En nuestra institución, el bienestar y la seguridad de cada persona son una prioridad. Siguiendo los principios de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, adoptamos una política clara y firme para proteger a niños, niñas, adolescentes y personas en situación de vulnerabilidad dentro de todos nuestros espacios educativos y pastorales.
Un compromiso con el cuidado
Inspirados por el Evangelio, las enseñanzas de Santa María Eufrasia y los valores de justicia, dignidad y compasión, asumimos la responsabilidad de crear ambientes seguros, respetuosos y protectores, donde cada miembro de nuestra comunidad se sienta valorado y cuidado.
La Política de Salvaguarda Congregacional guía nuestras acciones y decisiones institucionales para prevenir, detectar y responder de manera adecuada ante cualquier situación de abuso, maltrato, negligencia o conducta inapropiada.
Un compromiso de todos
Esta política no es solo un documento, sino una expresión viva de nuestra misión educativa y espiritual. Su cumplimiento es responsabilidad de cada miembro de la comunidad: religiosas, educadores, personal de apoyo, estudiantes y familias.